sábado, 22 de enero de 2011

Recreateoficial :Golpe de Estado de 1958 en Venezuela,23/01/58


  El Golpe de Estado del 23 de enero de 1958 también conocido como Junta Cívico-Militar de Gobierno de 1958 o el Derrocamiento del General Marcos Pérez Jiménez, fue un acontecimiento histórico ocurrido en Venezuela, por medio del cual se derrocó al General Marcos Pérez Jiménez - presidente para la fecha -, quien fue se vio forzado a abandonar el país con rumbo a República Dominicana a bordo del avión presidencial la «Vaca Sagrada». Pérez Jiménez venía ocupando el cargo de presidente de Venezuela desde principios de la década del 50, con el fin de su régimen se dio inicio al proceso "democrático" en Venezuela, sin bien antes de esa fecha ya se habían tenido algunas cortas experiencias o ensayos democráticos como los de 1947.
  El 23 de enero de 1958, un movimiento cívico-militar derrocó al gobierno General Marcos Pérez Jiménez. El antecedente más cercano de dicho acontecimiento se produjo el primero de Enero del mismo año, cuando aviones de guerra surcaron los cielos despertando a toda Caracas. El asombro fue mayúsculo, incluso para los propios partidarios del gobierno, ya que hacía exactamente un mes, se había efectuado un plebiscito para prolongar el mandato de Pérez Jiménez, para darle cierta solidez a su régimen y legitimidad ante las Fuerzas   Armadas. Sin embargo, a pesar de que el alzamiento fue develado, a medida que se fueron revelando los nombres de los implicados, se pudo apreciar cuán extendido y profundo era el malestar entre los oficiales de los tres componentes del Ejercito Nacional. Por tal motivo, aunque el golpe fracasó no fortaleció al gobierno, sino que aceleró el proceso de deterioro que terminaría 23 días más tarde con su caída. Esto último, fue producto de una acumulación de oposiciones que, al final convirtieron el derrocamiento de la dictadura en una causa nacional.
  Profundizando un poco en las causas que derivaron en la caída del General Marcos Pérez Jiménez, hay que señalar fundamentalmente 2 aspectos. En primer lugar, la crisis militar, originada a partir de los mencionados sucesos del 1 de enero de 1958, los cuales trastocaron el poder absoluto que hasta entonces tenía el primer mandatario en el seno de las Fuerzas Armadas. En tal sentido, el alzamiento de los oficiales de la Fuerza Aérea en la Base de Boca de Río, cercana a la ciudad de Maracay y del cuerpo de blindados del cuartel    Urdaneta de Caracas al mando del teniente coronel Hugo Trejo, produjo o evidenció una crisis de liderazgo en la institución castrense. En segundo lugar, la crisis política en el propio seno del gobierno producto de la descomposición y fraccionamiento del mismo a raíz del plebiscito de diciembre de 1957 y que originó 2 cambios de gabinete sucesivos, los días 10 y 13 de enero de 1958 respectivamente y la salida hacia el exterior de los personeros más cercanos a Pérez Jiménez vetados por las Fuerzas Armadas, Laureano Vallenilla Lanz, ministro hasta entonces del Interior, y Pedro Estrada, jefe de la policía política del régimen, la Seguridad Nacional.
  A partir de los sucesos del 1 de enero y ante la manifiesta crisis política y militar del régimen PereJimenista, comenzaron a publicarse diversos manifiestos en contra del gobierno tambaleante, firmados por hombres y mujeres representativos de diferentes campos de la actividad económica, profesional y cultural, así como pronunciamientos públicos de instituciones nacionales como el Colegio de Ingenieros, la Asociación Venezolana de Periodistas, federaciones obreras y sectores empresariales que hasta ese momento no habían manifestado abiertamente su repudio a la dictadura. Todas las acciones de calle en contra del régimen, tendrán su momento cumbre en la huelga general del 21 de enero, movilizada por la Junta Patriótica (unión de los diversos partidos políticos), junto a los estudiantes, empresarios y las masas populares, la cual tomó un carácter unitario que prestó el apoyo necesario a los oficiales alzados.
  En la madrugada del 23 de enero, pese a contar con el apoyo de un importante sector de las Fuerzas Armadas, Pérez Jiménez decide abandonar el Palacio de Miraflores y trasladarse al aeropuerto de La Carlota (situado en plena ciudad de Caracas), para tomar el avión que lo conduciría a la República Dominicana. Al conocerse la noticia del derrocamiento, el pueblo se lanzó a la calle, saqueando las casas de los adeptos al régimen; atacando la sede de la Seguridad Nacional y linchando a algunos funcionarios.
Asimismo, destruyeron la sede y los equipos del periódico oficialista El Heraldo. Por otra parte, en pocas horas el Palacio de Miraflores se convirtió en el sitio de reunión de los sublevados y de innumerables dirigentes políticos y personalidades, quienes procedieron a nombrar una Junta de Gobierno Provisional que reemplazara al régimen derrocado. La Junta la constituyeron el contralmirante Wolfang Larrazabal como presidente y los coroneles Carlos Luis Araque, Pedro José Quevedo, Roberto Casanova y Abel Romero Villate. Al amanecer del día 23, los venezolanos celebran la caída de Pérez Jiménez, a la vez que protestan por la presencia en la Junta de Gobierno de Casanova y Romero Villate, reconocidos miembros del perejimenismo; los cuales finalmente fueron obligados a renunciar y reemplazados el día 24 de enero por los empresarios Eugenio Mendoza y Blas Lamberti.
  Con el objeto de facilitar el trabajo de la Junta de Gobierno y restablecer la democracia en Venezuela, se designó también un gabinete provisional compuesto por juristas, empresarios y ejecutivos, reservándose a un militar, el coronel Jesús María Castro León, el ministerio de la Defensa. Posteriormente, la Junta de Gobierno convoca a elecciones para diciembre de ese mismo año; se liberan a los presos políticos en todo el país, se amplía la Junta Patriótica con representantes de sectores independientes, ratificándose en la presidencia de la misma al periodista Fabricio Ojeda; se abre el proceso de castigo a los personeros del gobierno PereJimenista y regresan los exiliados. En esos días se iniciaba de manera definitiva, una nueva etapa en la historia de la Venezuela contemporánea.

Acontecimientos posteriores:

 Después del 23 de enero de 1958 asumió el poder la Junta De Gobierno que dirigió el proceso político del país hacia el establecimiento de un régimen constitucional. Pérez-Jiménez estuvo en República Dominicana, hasta que se radicó en los Estados Unidos. Rómulo Betancourt, durante su Gobierno, logró la extradición del General Marcos Pérez Jiménez, y aquí se le siguió un prolongado juicio, que terminó con la sentencia condenatoria por un período menor que el que llevaba detenido, por lo que salió en libertad y voló a Madrid.   En esta capital aceptó la postulación como candidato a Senador por el Distrito Federal en las elecciones de 1968, resultando electo por un número considerable de votos[cita requerida]. En 1969 la Corte Suprema de Justicia anuló la elección de Pérez-Jiménez para el Senado, esgrimiendo como principal argumento que P.J. no se inscribió en el Registro Electoral ni votó en las mismas elecciones. La Vaca Sagrada, avión donde emprendió la huida Marcos Pérez Jiménez en 1958
  El 23 de enero de 1958 se considera un triunfo del pueblo. Ese día, turbas enardecidas salieron a las calles, en todo el país, a celebrar la caída del régimen y a tratar de acabar con los funcionarios que se habían ensañado en la persecución política durante toda la década. Miembros de la terrorífica Seguridad Nacional fueron linchados; otros se escondieron por largo tiempo o escaparon al exterior. Venezuela ya no tuvo que padecer del régimen autoritario de Pérez-Jiménez que fue consagrado por el texto de la Constitución del 15 de abril de 1953 y, amparado en la arbitrariedad, que se hizo confirmar Presidente hasta 1963, pero su gesto exasperó los ánimos populares hasta la insurrección del el 23 de enero de 1958, el General Marcos Pérez Jiménez era depuesto, y en su lugar tomaba el poder una Junta presidida por el Contraalmirante Wolfgang Larrazábal.
  Lo que lo obligó a huir rumbo hacia República Dominicana protegido por el Dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo, para posteriormente trasladarse a los Estados Unidos junto a su familia. Pocas veces se había dado en Venezuela un ambiente de euforia como el del 23 de enero de 1958. Los periódicos dan rienda suelta a los titulares represados por diez años de censura: disfru­tan a plenitud de la libertad de expresión y comienzan a contar la historia oculta de los diez años. Se hacen protestas de unidad, abundan los golpes de pecho, los propósitos de enmien­da, las autocríticas de los sectores democráticos. Tal es la euforia que durante años se conti­núa hablando del “espíritu del 23 de enero”, como de un momento excepcional en la políti­ca del país.

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La Vaca Sagrada, avión donde emprendió la huida Marcos Pérez Jiménez en 1958.
 Hoy en Venezuela vivimos una democracia con libertad de expresión completa.