viernes, 17 de junio de 2011

Los Riñones y su Funcionamiento


   RESUMEN:

 En esta publicación se presentará información referente al tema "Los Riñones y su Funcionamiento", de manera introductoria (debido a que es un tema complejo) y  aún en estudio.
  
En función del peso, tenemos entre 4 y 6 litros de sangre circulando por el cuerpo. La sangre circula hasta los riñones a través de las arterias renales. Por los riñones pasan cada día aproximadamente 1.500 litros de sangre, que se limpia gracias a más de un millón de nefronas.

Las nefronas son pequeños filtros llamados glomérulos que filtran un fluido de agua, sales y materiales de residuo de nuestra sangre. La proteína y los glóbulos rojos permanecen en la sangre. El fluido filtrado (principalmente orina) se transporta en pequeños túbulos. Ahí, tenemos un tipo especial de células (células tubulares) que aportan agua y sales, como sodio, calcio, fosfato y magnesio de nuevo a la sangre. Lo que queda, se excreta como orina final.

La cantidad de sales que se absorban a través de las células tubulares dependerá de la presión sanguínea y la concentración de determinadas hormonas que afectan a estas células.


 Por tanto, el riñón regula el equilibrio de agua y sales. Por otra parte, el funcionamiento de nuestros riñones también está relacionado con la presión sanguínea (por ejemplo, cuando la presión sanguínea disminuye, más agua y sodio se incorpora de nuevo a la sangre).

Nuestros riñones también producen la hormona eritropoyetina, que estimula la producción de glóbulos rojos.

CONSULTA: NIH

(Ciclo de actividad de los riñones)





Los dos riñones son órganos vitales que realizan muchas funciones de limpieza y equilibrio químico de la sangre. El conocimiento de la forma en que funcionan los riñones puede ayudarle a mantenerlos sanos.


¿Qué hacen los riñones?

Los riñones son órganos en forma de fríjol y cada uno tiene el tamaño aproximado de una mano cerrada. Están localizados en la parte media de la espalda, inmediatamente debajo de la caja torácica (la estructura formada por las costillas). Los riñones son una compleja maquinaria de purificación. A diario, purifican unos 200 litros de sangre para filtrar unos 2 litros de desechos y exceso de agua. Los desechos y el exceso de agua se convierten en orina, que fluye a la vejiga a través de tubos llamados uréteres. La vejiga almacena la orina hasta el momento de orinar.






Los desechos de la sangre se forman a partir de la descomposición normal de los tejidos activos y de los alimentos consumidos. El cuerpo usa la comida como fuente de energía y para reparación propia. Después de que el cuerpo toma lo que necesita de los alimentos, envía los desechos a la sangre. Si los riñones no retiraran esos desechos, se acumularían en la sangre y serían perjudiciales para el cuerpo.

La filtración ocurre en pequeñas unidades colocadas dentro de los riñones llamadas nefronas. Cada riñón tiene alrededor de un millón de nefronas. En la nefrona, un glomérulo—que es un pequeño vaso sanguíneo o capilar—se entrelaza con un pequeño tubo colector de orina llamado túbulo. Se produce un complicado intercambio de sustancias químicas a medida que los desechos y el agua salen de la sangre y entran al sistema urinario.
Al principio, los túbulos reciben una mezcla de desechos y sustancias químicas que el cuerpo todavía puede usar. Los riñones miden las sustancias químicas, tales como el sodio, el fósforo y el potasio, y las envían de regreso a la sangre que las devuelve al cuerpo. De esa manera, los riñones regulan la concentración de esas sustancias en el cuerpo. Se necesita un equilibrio correcto para mantener la vida, pero las concentraciones excesivas pueden ser perjudiciales.
Además de retirar los desechos, los riñones liberan tres hormonas importantes:
  • Eritropoyetina, que estimula la producción de glóbulos rojos por la médula ósea
  • Renina, que regula la tensión arterial
  • La forma activa de la vitamina D, que ayuda a mantener el calcio para los huesos y para el equilibrio químico normal en el cuerpo

¿Qué es la función renal?

Su equipo de atención de salud puede llamar función renal al trabajo de los riñones. Si ambos riñones están sanos, una persona tiene 100 por ciento de su función renal. Esa función renal es más de la necesaria. Algunas personas nacen solo con un riñón y pueden tener una vida normal y sana. Muchas personas donan un riñón para trasplante a un pariente o a un amigo. Una pequeña reducción de la función renal no causa ningún problema. De hecho, una persona puede mantenerse sana, con 50 por ciento de la función renal si ésta permanece estable.

Sin embargo, muchas personas con 50 por ciento de su función renal tienen una enfermedad de los riñones que empeora con el tiempo. Habrá algunos problemas de salud graves con menos de 20 por ciento de la función renal. Si la función renal se reduce a menos de 10 a 15 por ciento, la persona no puede vivir sin alguna forma de tratamiento de reemplazo de la función renal, ya sea diálisis o trasplante.

¿Por qué fallan los riñones?

Casi todas las enfermedades de los riñones atacan las nefronas y les hacen perder su capacidad de filtración. La lesión a las nefronas puede suceder rápidamente, a menudo como resultado de lesión o intoxicación.

Pero casi todas las enfermedades de los riñones destruyen las nefronas lenta y silenciosamente. Quizá pasen muchos años o aun decenios antes de que se manifieste el daño.
Las dos causas de enfermedad de los riñones más comunes son la diabetes y la tensión arterial alta (hipertensión). Si su familia tiene antecedentes de problemas de los riñones, usted puede correr el riesgo de tener enfermedad renal.

Nefropatía diabética:

La diabetes es una enfermedad que impide que el cuerpo use glucosa (azúcar) en la debida forma. Si la glucosa se queda en la sangre en lugar de descomponerse, puede obrar como un veneno. El daño que causa a las nefronas la glucosa no utilizada en la sangre se llama nefropatía diabética. Si se mantienen bajas las concentraciones de glucosa en la sangre, se puede demorar o prevenir la nefropatía diabética.

Tensión arterial alta:

La tensión arterial alta (hipertensión) puede lesionar los pequeños vasos sanguíneos de los riñones. Los vasos dañados no pueden filtrar las sustancias venenosas de la sangre en la debida forma.
Su médico puede recetarle medicamentos para controlar la tensión arterial. Se ha descubierto que un grupo de medicamentos contra la tensión arterial alta llamados inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina protegen los riñones mucho más que otros empleados para reducir la tensión arterial a un nivel similar. 

También puede ser eficaz un grupo relacionado de medicamentos llamados bloqueadores de los receptores de angiotensina II. El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre recomienda que cualquier persona cuya función renal haya disminuido, es decir, que tenga 1 gramo o más de proteína en la orina recolectada en un período de 24 horas, debe mantener la tensión arterial en 125/75 mm Hg o menos.

Glomerulonefritis:

   En esta categoría se agrupan diferentes tipos de enfermedad de los riñones. La proteína, la sangre o ambas sustancias en la orina suelen ser los primeros signos de esas enfermedades. Pueden destruir lentamente la función renal. Es importante controlar la tensión arterial y para ello se pueden emplear diferentes tratamientos para los distintos tipos de glomerulonefritis.

Enfermedades hereditarias o congénitas de los riñones:

    Algunas enfermedades de los riñones son el resultado de factores hereditarios. Por ejemplo, la poliquistosis renal es un trastorno genético en que se forman muchos quistes en los riñones. Los quistes formados en esta enfermedad pueden reemplazar lentamente gran parte de la masa del tejido de los riñones, lo que reduce la función renal y conduce a insuficiencia renal.

Algunos problemas de los riñones pueden presentarse cuando el niño está todavía en el vientre de la madre. Son ejemplos de ellos la poliquistosis renal recesiva autosómica, una forma rara de poliquistosis renal, y otros problemas del desarrollo que obstaculizan la formación normal de las nefronas. Los signos de enfermedad de los riñones en los niños varían. Un niño puede tener un crecimiento anormalmente lento, vomitar a menudo o tener dolor de espalda o del costado. Algunas enfermedades de los riñones pueden ser "silenciosas" por meses o aun años.

         Si su hijo tiene una enfermedad de los riñones, el médico del niño podrá detectarla durante un examen físico regular. Lleve al niño regularmente al médico. El primer signo de problema de los riñones puede ser la tensión arterial alta, un reducido número de glóbulos rojos (lo que indica anemia) o sangre o proteína en la orina del niño. 

Si el médico descubre alguno de esos problemas, quizá haya que hacer otros exámenes, incluso de sangre y orina, o estudios con rayos X. En algunos casos, tal vez sea necesario que el médico haga una biopsia, que consiste en retirar un pedazo de tejido del riñón, para estudio al microscopio.
Es posible que algunas enfermedades hereditarias de los riñones no se detecten sino hasta la edad adulta. La forma más común de poliquistosis renal se llamó alguna vez "poliquistosis renal del adulto" porque los síntomas de tensión arterial alta e insuficiencia renal no ocurren sino hasta que los pacientes pasan de 20 ó 30 años. Pero con los adelantos de la tecnología de diagnóstico por imágenes, los médicos han descubierto quistes en los niños y adolescentes antes de que se presenten los síntomas.

Otras causas de enfermedad de los riñones:

Las sustancias venenosas y los traumatismos, por ejemplo, un golpe directo y fuerte en los riñones, pueden causar enfermedad renal.

     Algunos medicamentos de venta libre (sin receta médica) pueden ser venenosos para los riñones si se toman en forma regular por un tiempo prolongado. Se ha descubierto que los productos en que se combinan la aspirina, el paracetamol (acetaminofeno) y otros medicamentos, como ibuprofeno, son los más peligrosos para los riñones. Si usted toma regularmente medicamentos para aliviar el dolor (analgésicos), consulte al médico para asegurarse de no exponer los riñones a riesgo.

¿Cómo fallan los riñones?

       Todavía no se entienden bien muchos de los factores que influyen en la velocidad con que se produce la insuficiencia renal. Los investigadores todavía se encuentran estudiando el efecto de la proteína en la alimentación y las concentraciones de colesterol en la sangre para la función renal.

Insuficiencia renal aguda:

     Algunos problemas de los riñones ocurren rápidamente, como un accidente que causa lesiones renales. La pérdida de mucha sangre puede causar insuficiencia renal repentina. Algunos medicamentos o sustancias venenosas pueden hacer que los riñones dejen de funcionar. Esta baja repentina de la función renal se llama insuficiencia renal aguda.

La insuficiencia renal aguda puede llevar a la pérdida permanente de la función renal. Pero si los riñones no sufren un daño grave, esa insuficiencia puede contrarrestarse.

Enfermedad crónica de los riñones:

Sin embargo, casi todos los problemas de los riñones ocurren lentamente. Una persona puede tener una enfermedad "silenciosa" de los riñones por muchos años. La pérdida gradual de la función renal se llama insuficiencia renal crónica o enfermedad renal crónica.

Enfermedad renal terminal:

El estado en el cual hay insuficiencia renal total o casi total y permanente se llama enfermedad renal terminal. Las personas con esta clase de enfermedad deben someterse a diálisis o a trasplante para conservar la vida.

¿Cuáles son los signos de enfermedad de los riñones?

Es posible que en las primeras etapas de la enfermedad de los riñones las personas no se sientan enfermas. Los primeros signos de enfermedad pueden ser generales: dolores de cabeza frecuentes o cansancio o picazón por todo el cuerpo.
Si la enfermedad de los riñones empeora, tal vez la persona necesite orinar con más o menos frecuencia que antes. Quizá pierda el apetito, sienta nauseas o tenga vómito. Las manos o los pies se hinchan o se duermen. Es posible que se sienta soñoliento o tenga problemas de concentración. La piel puede oscurecerse. La persona puede sufrir calambres musculares.

 

¿Cómo detectará el médico la enfermedad de los riñones?

En primer lugar, probablemente el médico enviará muestras de orina y sangre al laboratorio para análisis de las sustancias que no deben contener. Si la concentración de creatinina o de urea en la sangre es excesiva y si la orina contiene proteína, es posible que los riñones no funcionen en la debida forma.

 

Creatinina:

La creatinina es un desecho que se acumula en la sangre por la descomposición normal de los músculos durante la actividad. Los riñones sanos retiran la creatinina de la sangre y la llevan a la orina para que salga del cuerpo. Cuando los riñones no funcionan bien, la creatinina se acumula en la sangre.

En el laboratorio, se examinará la sangre para ver cuántos miligramos de creatinina hay en un decilitro de sangre (mg/dL). Las concentraciones de creatinina en la sangre pueden variar y cada laboratorio tiene su propia escala normal. En muchos laboratorios, la escala normal de creatinina es de 0,6 a 1,2 mg/dL. 

Si su concentración de creatinina es solo ligeramente superior a la escala normal, quizá usted no se sienta enfermo, pero la elevación es señal de que los riñones no funcionan a máxima capacidad. Una fórmula para estimar la función renal indica que una concentración de creatinina de 1,7 mg/dL en la mayoría de los hombres y una de 1,4 mg/dL en la mayoría de las mujeres equivale a 50 por ciento de la función renal normal. 

   Pero, como los valores de creatinina son tan variables y pueden ser afectados por la alimentación, quizá necesite someterse a exámenes regulares con el fin de determinar la concentración de creatinina para ver si su función renal ha disminuido.

   Para referirse a la medida de creatinina en la sangre, el médico puede emplear los términos creatinina sérica. No hay que confundir el valor de la creatinina sérica con el valor de la eliminación de creatinina.

Eliminación de creatinina:

La eliminación de creatinina es una medida de la velocidad con que los riñones retiran la creatinina de la sangre. La eliminación se mide en mililitros por minuto (mL/min). Los médicos solían exigir que se recogiera orina durante 24 horas para medir la eliminación de creatinina directamente, pero han descubierto una fórmula en que se emplea el valor de la creatinina sérica, la edad, el peso, la concentración de urea en la sangre (véase a continuación) y la raza del paciente para hacer un cálculo preciso de la eliminación de creatinina.
En el caso de los hombres, una tasa normal de eliminación de creatinina es de 97 a 137 mL/min. En el caso de las mujeres, la tasa normal es de 88 a 128 mL/min. Si su valor es inferior a esa escala normal, los riñones no están trabajando a máxima capacidad.

 

Concentración de urea en la sangre:

La sangre transporta proteína para uso por las células de todo el cuerpo. Después de que las células usan la proteína, los desechos restantes se devuelven a la sangre en forma de urea, un compuesto que contiene nitrógeno. Los riñones sanos retiran la urea de la sangre y la envían a la vejiga en la orina. Si los riñones no funcionan bien, la urea se quedará en la sangre.

Un decilitro de sangre normal contiene de 7 a 20 miligramos de urea. Si la concentración de urea en la sangre pasa de 20 mg/dL, es posible que los riñones no estén funcionando a máxima capacidad. La deshidratación y la insuficiencia cardíaca son también posibles causas del aumento de la concentración de urea en la sangre.

 

Proteinuria:

Los riñones sanos retiran los desechos de la sangre, pero dejan la proteína. Los riñones afectados pueden dejar de separar la proteína de los desechos. La proteinuria significa que hay proteína en la orina, lo que es una señal de función renal deficiente. Si la orina hace espuma en el sanitario, puede tener una alta concentración de proteína. Su médico puede hacer una prueba de proteína con un palillo de inmersión en una pequeña muestra de orina tomada en el consultorio. El color del palillo indica la presencia o ausencia de proteinuria.

 

Otros exámenes:

Toma de imágenes de los riñones. Si los análisis de sangre y orina indican que se ha reducido la función renal, el médico puede recomendarle otros exámenes que ayudarán a determinar el problema. Los métodos de toma de imágenes (fotografías) de los riñones comprenden ultrasonido, tomografía computada (exploración por tomografía computada) y producción de imágenes por resonancia magnética (MRI). Estos instrumentos son sumamente útiles para descubrir el crecimiento o bloqueo anormal de la corriente de orina.

Biopsia de los riñones. Es posible que el médico desee estudiar al microscopio un pedacito del tejido renal. Para obtener esa muestra de tejido, realizará una biopsia de los riñones. Este es un procedimiento efectuado en el hospital en que el médico introduce una aguja a través de la piel del paciente en la parte de atrás de los riñones. La aguja saca un pedazo de tejido de 1 a 1,5 cm de longitud. El paciente deberá estar en posición prona (es decir, boca abajo) sobre una mesa y recibirá anestesia local para insensibilizar la piel. El tejido de muestra ayudará al médico a determinar los problemas existentes en las células de los riñones.

 

¿Qué puedo hacer si tengo una enfermedad de los riñones?

Lamentablemente, a menudo la enfermedad crónica de los riñones es incurable. Sin embargo, en las etapas iniciales de la enfermedad, el paciente puede tomar ciertas medidas para que la función de los riñones dure más.
  • Si tiene diabetes, debe vigilar estrictamente la glucosa en la sangre para mantenerla bajo control. Además, hay que preguntar al médico cuáles son los últimos adelantos en cuanto a tratamiento.
  • Es preciso evitar los medicamentos para alivio del dolor (analgésicos) que empeoran la enfermedad de los riñones. Se debe consultar al médico antes de tomar cualquier medicamento.

 

Tensión arterial:


Las personas afectadas por disminución de la función renal (es decir, que tienen una alta concentración de creatinina en la sangre o poca eliminación de creatinina) deben someterse a control de la tensión arterial y tomar un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina como parte de su tratamiento. Si también tienen proteinuria, la tensión arterial se debe mantener en 125/75 mm Hg o menos.

 

Régimen de alimentación:

Las personas con reducción de la función renal deben saber que algunos elementos de un régimen de alimentación normal pueden acelerar la insuficiencia renal.


Proteína. La proteína es importante para el cuerpo. Le ayuda a reparar los músculos y a luchar contra la enfermedad. La proteína proviene sobre todo de la carne. Como se indicó en una sección anterior, los riñones sanos retiran los desechos de la sangre, pero dejan la proteína. Los riñones afectados pueden dejar de separar la proteína de los desechos.

Algunos médicos recomiendan a los pacientes que sufren de los riñones que limiten la cantidad de proteína que consumen para que los riñones tengan menos trabajo. Pero no se puede evitar por completo el consumo de proteína. Quizá necesite hablar con un especialista en nutrición para encontrar el plan de alimentación correcto para usted.


Colesterol. Otro problema que puede guardar relación con la insuficiencia renal es una cantidad excesiva de colesterol en la sangre. Las altas concentraciones de colesterol pueden ser el resultado de una alimentación con alto contenido de grasa.
Se puede acumular colesterol en la pared interior de los vasos sanguíneos. La acumulación dificulta la actividad del corazón para bombear la sangre a través de los vasos y puede causar un ataque cardíaco o un derrame cerebral.


Sodio. El sodio es una sustancia química encontrada en la sal y otros alimentos. El sodio en la alimentación puede elevar la tensión arterial, por lo que conviene limitar el consumo de alimentos con altas concentraciones de sodio. Entre esos alimentos están los enlatados o elaborados, por ejemplo, las comidas congeladas y los perros calientes.



Potasio. El potasio es un mineral que se encuentra en forma natural en muchas frutas y verduras, como la papa, el banano, las frutas secas, los frijoles y alverjas (chícharos) secos, y las nueces. Los riñones sanos miden el potasio en la sangre y retiran el exceso. Los riñones enfermos pueden dejar de retirar el exceso de potasio y, con una función renal muy deficiente, las altas concentraciones de potasio pueden afectar el ritmo del corazón.

 

Tratamiento de la anemia

La anemia es una afección en que la sangre no contiene suficientes glóbulos rojos. éstos son importantes porque transportan el oxígeno a todo el cuerpo. Si una persona está anémica, se sentirá cansada y estará pálida. Los riñones sanos fabrican la hormona eritropoyetina, que estimula la actividad de la médula ósea para producir glóbulos rojos. Es posible que los riñones enfermos no produzcan suficiente eritropoyetina y que usted necesite inyecciones de una forma sintética de esa hormona.

 

Cómo prepararse para el tratamiento de la enfermedad renal terminal

A medida que avance la enfermedad de los riñones, usted deberá tomar varias decisiones. Deberá enterarse de las posibilidades de tratamiento de esa enfermedad para que pueda escoger con pleno conocimiento de causa entre hemodiálisis, diálisis peritoneal y trasplante.

 

¿Qué sucede si me fallan los riñones por completo?

La insuficiencia renal total e irreversible se llama a veces enfermedad renal terminal. Si los riñones dejan de trabajar por completo, el cuerpo se llena de líquido por exceso de agua y de desechos. Esta afección se llama uremia. Se puede producir hinchazón de las manos o los pies. Usted se sentirá cansado y débil porque su cuerpo necesita sangre limpia para funcionar debidamente.
La uremia no tratada puede causar convulsiones o coma y, por último, la muerte. Si los riñones dejan de trabajar por completo, usted necesitará someterse a diálisis o a un trasplante de riñón.

 

Diálisis:

Las dos formas principales de diálisis son hemodiálisis y diálisis peritoneal. En la hemodiálisis, la sangre se envía a través de una máquina que filtra los desechos. La sangre limpia se devuelve al cuerpo. La hemodiálisis suele realizarse en un centro de diálisis tres veces por semana por 3 ó 4 horas.

En la diálisis peritoneal, se inyecta un líquido en el abdomen. Ese líquido, llamado dializado, recoge los desechos de la sangre. Después de algunas horas, se drena el dializado que contiene los desechos del cuerpo. Luego se inyecta gota a gota una nueva bolsa de dializado en el abdomen. Los pacientes pueden aprender a hacerlo ellos mismos sin tener que ir al consultorio del médico cada vez. 

Los pacientes tratados con diálisis peritoneal ambulatoria continua, que es la forma más común de diálisis peritoneal, cambian el dializado cuatro veces al día. Sin embargo, se puede realizar por la noche otra forma de diálisis peritoneal con una máquina que drena y llena el abdomen automáticamente.

 

Trasplante:

Un riñón donado puede venir de un donante anónimo que ha muerto en fecha reciente o de una persona viva, por lo general, un pariente. El riñón que se recibe debe adaptarse bien a las características de su cuerpo. Cuanto más se parezca a usted el nuevo riñón, menos probabilidades habrá de que el sistema inmunitario lo rechace. El sistema inmunitario protege contra la enfermedad mediante ataque a cualquier cosa que no reconozca como parte normal del cuerpo. De manera que el sistema inmunitario atacará a un riñón que parezca ser demasiado "extraño". Algunos medicamentos especiales pueden ayudar a engañar al sistema inmunitario para que no rechace un riñón trasplantado.

 

Esperanza por medio de investigación:

   A medida que se entienden mejor las causas de la insuficiencia renal, se amplía nuestra capacidad de pronosticar y prevenir estas enfermedades. En estudios recientes se ha demostrado que el control intensivo de la diabetes y de la tensión arterial alta puede evitar o demorar el comienzo de la enfermedad de los riñones.

    En el campo de la genética, un grupo de investigadores apoyados por el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y del Riñón (NIDDK) ha descubierto dos genes causantes de la forma más común de poliquistosis renal y determinado que se necesitan dos copias defectuosas del gene PKD1 para que una persona presente dicha enfermedad. Esos investigadores descubrieron también un gen de la lombriz intestinal que es idéntico al gen PKD1. Esta nueva información puede emplearse en la búsqueda de un tratamiento eficaz para prevenir o tratar la poliquistosis renal.

    En lo que se refiere a trasplantes, los nuevos medicamentos que ayudan al cuerpo a aceptar un tejido extraño aumentan la posibilidad de que un riñón trasplantado sobreviva y funcione debidamente. Los científicos de este último Instituto también han creado nuevas técnicas para que los pacientes puedan tolerar un tejido extraño antes de recibir órganos trasplantados. Esta técnica eliminará o reducirá la necesidad de administrar medicamentos supresores de la inmunidad y, con ello, reducirán el gasto y las complicaciones. En el futuro lejano, los científicos podrán fabricar un riñón artificial para implante.

Partes del Riñon:


Puntos que se deben recordar:

  • Los riñones son órganos vitales que mantienen la limpieza y el equilibrio químico de la sangre.
  • La evolución de la enfermedad de los riñones se puede desacelerar, pero no contrarrestar por completo.
  • La enfermedad renal terminal es la pérdida total de la función de los riñones.
  • La diálisis y el trasplante pueden prolongar la vida de las personas afectadas por enfermedad renal terminal.
  • La diabetes y la tensión arterial alta son las dos causas principales de insuficiencia renal.
  • Usted debe consultar a un nefrólogo (especialista en el tratamiento de enfermedades de los riñones) a intervalos regulares si tiene esa enfermedad.
  • Si está en las primeras etapas de la enfermedad renal, quizá pueda mantener la función de los riñones por muchos años si hace lo siguiente:

    • controla la glucosa en la sangre
    • controla la tensión arterial
    • consume una alimentación con poca proteína
    • mantiene una concentración saludable de colesterol en la sangre
    • toma un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina 


    El riñón artificial es un sistema que sustituye la función de los riñones en caso de insuficiencia renal aguda o crónica.
          Los riñones sanos eliminan de forma continua sustancias tóxicas, sales y otros elementos que son dañinos para el organismo. Disueltas en el agua contenida en el cuerpo, estas sustancias son excretadas en forma de orina. Cuando por enfermedad o trauma los dos riñones dejan de cumplir esta función durante un tiempo limitado (fallo renal agudo), o bien de forma definitiva (fallo renal crónico), se hace necesario reemplazar la función de los riñones mediante un proceso artificial llamado diálisis, palabra que significa depuración, en la que se saca la sangre del paciente, se limpia en una máquina destinada para este propósito para finalmente devolverla al torrente sanguíneo.

     Los pacientes crónicos son sometidos a un programa de diálisis, que idealmente termina después de un tiempo no muy prolongado, para lo cual es necesario que se haya localizado un riñón adecuado para ser trasplantado. En tanto no se encuentre un riñón idóneo, el paciente debe seguir el tratamiento, el cual hoy en día puede realizarse sin excesivas complicaciones durante un periodo de tiempo prácticamente ilimitado.

    Diálisis peritoneal:

         La diálisis se puede realizar introduciendo repetidas veces un líquido especial en la cavidad peritoneal (diálisis peritoneal). Allí el líquido absorbe las sustancias que deben eliminarse del cuerpo. Cada vez que el líquido es extraído y renovado se consigue reducir la concentración de estas sustancias en el organismo. Este proceso también lo puede realizar una máquina llamada cicladora mientras el paciente duerme. Al ser diaria es más fisiológica, que la hemodiálisis en días alternos y da una mayor calidad de vida al paciente. Actualmente con los nuevos líquidos más biocompatibles y los nuevos sistemas de conexión, se han reducido mucho las infecciones, por lo que este tipo de diálisis es una opción muy buena para conservar la función renal residual que le queda al paciente cuando entra a diálisis. Su único problema es que el peritoneo tiene una vida limitada, aunque siempre el paciente puede cambiarse a hemodiálisis, pues ambas técnicas son complementarias. Complicaciones: peritonitis, cuyas manifestaciones son fiebre, abdomen en tabla, dolor a la palpacion y aparición de exudado en la zona del catéter.

     

     El riñón artificial:

       Desde los años 1970 se utilizan riñones artificiales, que han sido perfeccionados considerablemente a lo largo del tiempo transcurrido desde su aparición. La diálisis por este sistema se denomina hemodiálisis (hemo en griego significa "sangre"). En este procedimiento se crea un circuito externo a través del cual fluye la sangre corporal. Mediante un filtro se extraen las sustancias que interesa eliminar del organismo, y a continuación la sangre vuelve al cuerpo. Después de unas cuatro horas de tratamiento la concentración de estas sustancias en el cuerpo ha bajado suficientemente, de manera que el paciente puede volver a realizar su vida normal. Deberá volver a los dos o tres días, ya que para mantener el cuerpo en las debidas condiciones, es preciso que se someta a la hemodiálisis tres veces por semana durante unas cuatro horas cada vez.

     

    Descripción del riñón artificial

       El riñón artificial consta básicamente de un aparato, un dializador, un líquido concentrado, unos tubos para la circulación externa de la sangre, y unos dispositivos de acceso a los vasos sanguíneos.

     

    Aparato:

       Cumple la función de bombear la sangre a través de los tubos de circulación externa, de mezclar el líquido concentrado con agua para obtener la dilución adecuada, y de monitorizar las constantes esenciales durante todo el proceso.

     

    Dializador:

         Es un recipiente cilíndrico de unos 40 cm de largo, dentro del cual hay un número muy elevado de finos capilares semipermeables. La sangre fluye por el interior de estos capilares, mientras que por fuera fluye el líquido de diálisis, es decir el concentrado diluido. En base al principio de difusión y convección, las sustancias a eliminar de la sangre pasan a través de estos capilares y son absorbidas por el líquido. El dializador es pues el elemento principal de la hemodiálisis, ya que es el dispositivo en el que se realiza la filtración de la sangre.

     

    Líquido concentrado:

          Se suministra en una relación de 1/35, es decir, que debe ser diluido 35 veces. En la hemodiálisis se utiliza líquido concentrado ya que la cantidad de líquido que se consume en una sesión es muy considerable. Si los laboratorios fabricantes tuviesen que suministrar el líquido diluido en la proporción 1/1, o sea lista para su uso, se crearían problemas considerables de transporte y almacenamiento. El líquido contiene unas sales y minerales que le dan el valor osmótico propio del cuerpo en condiciones normales. De esta manera, al absorber las toxinas y demás sustancias a eliminar, el líquido diluido no absorbe también las sales y los minerales que deben permanecer en el cuerpo del paciente, ya que tanto el líquido como la sangre de éste tienen la misma concentración de sales y minerales.

     

    Tubos para la circulación externa de la sangre:

    Uno de ellos transporta la sangre desde la vena por la que sale del cuerpo, a través de la bomba hasta el dializador. El otro lleva la sangre desde el dializador, de nuevo por la bomba, hasta la vena por la que la sangre retorna al organismo.

     

    Dispositivos de acceso a los vasos sanguíneos:

    Es uno de los aspectos más delicados de la hemodiálisis. Sobre todo en pacientes que están sometidos al tratamiento durante años, los vasos sanguíneos se resienten considerablemente como consecuencia de las frecuentes punciones. Por este motivo se utilizan agujas especialmente pulidas, para ocasionar el mínimo desgarro, o bien se implantan tubos externos de silicona, los llamados shunts, que conducen la sangre desde una arteria hasta una vena por fuera de la piel, y que sirven para puncionar en ellos cada vez que se realiza una diálisis.

     

    Centros de diálisis:

        El tratamiento se realiza preferentemente en los llamados "clubs de diálisis", unidades que cuentan con los médicos y las enfermeras necesarios, pero que no están integrados en un hospital. Eso se hace para que los pacientes se sientan menos como enfermos, y también para evitar los altos costes de los departamentos hospitalarios. En los Clubs de Diálisis se atiende una media de 50 pacientes al mismo tiempo. Casos agudos o casos especialmente graves se tratan en el hospital. Por otra parte también existe la hemodiálisis domiciliaria, en la que el paciente se dializa en su domicilio, para lo cual dispone del equipo y material necesario y uno o varios familiares que han sido entrenados para atenderle.
National Kidney and Urologic Diseases Information Clearinghouse (NKUDIC)
wikipedia

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Fuente:
Electrónica 
 Recreateoficial